Pueden destacarse cuatro
elementos en el proceso didáctico: La fuente de información, el
mensaje, el contexto y el destinatario.
La
fuente de información:
Aunque
reconoce distintas fuentes de información, e incluso distintos
emisores (libros de texto, mapas, películas, etc.). La fuente integradora y
cercana del proceso de comunicaciones el profesor, facilitando
el aprendizaje. El profesor no solo realiza y regula los procesos de
comunicación, sino que también participa en ellos. El profesor participa en dos procesos
de comunicación:
a) Un proceso de comunicación entre
el profesor y las instancias elaboradas y/o difusoras del currículo. En ese
casi el profesor es el destinatario en un proceso intermedio para el siguiente paso.
b) Un proceso de comunicación
entre el profesor y los alumnos donde aquel es la fuente de información. En
esta fuente se integran y reelaboran los mensajes curriculares en función de la
interpretación que hizo en el punto 1 y de la adaptación que hace aquí según
las sucesivas realimentaciones y los ajustes situacionales.
Las fuentes de información (el
currículo y el profesor) tienen un modo de interpretar el propio sistema de
comunicación en el que se encuentran inmersos, así como cuales son los aprendizajes que
quieren provocar y las estrategias de enseñanza. El currículo solo lo
llega a ser permanente cuando pasa a traducirse en actividad comunicativa: “un
currículo hecho solo de intenciones de los profesores sería algo insustancial
del que nadie podría aprender mucho. Para el que llegue a ser significativo, un
currículo tiene que ser realizado por los alumnos así como también por los
profesores, todos los cuales tiene sus vidas privadas. Por realizar
entiendo entrar juntos en una comunicación significativa (hablar, escribir,
leer libros, colaborar, enfadarse con otros, aprender a que decir y hacer, y
como interpretar lo que otros dicen y hacen.
No siempre son mensajes verbales los que
emite el profesor como tampoco es siempre fuente directa de
información. Todos los participantes son creadores de mensajes y, por
lo tanto, de algún modo, fuentes de información, el carácter intencional de la
comunicación didáctica asegura una fuente de información propulsora del proceso
de enseñanza-aprendizaje.
Los
mensajes didácticos:
La forma en la que se materializa en el
aula la intencionalidad didáctica es mediante el flujo de mensajes que el profesor
pone en juego en el intercambio escolar, mensajes que aparecen estructurados y
organizados en función de hacer posible el aprendizaje.
Los mensajes no consisten solo en la
transmisión de contenidos, como tampoco se valen solo de los canales de comunicación
verbal. En la orquestación de la vida del aula, el profesor pone en juego,
además del conocimiento académico, mensajes a cerca de las actividades que
tienen que realizar los alumnos con los contenidos académicos, así como
mensajes sobre la forma de participación adecuadas y los momentos
oportunos, tanto para realizar los intercambios académicos como para cualquier
otro tipo de intercambio que se produzca en clase. El conocimiento escolar
mediante los mensajes formales incluye información sobre lo que se
aprende y sobre las relaciones sociales que se establecen con respecto al papel
del profesor y alumnos en la formulación y elaboración de conocimiento. Por eso
es imposible separar lo que se enseña de cómo se enseña, porque
cualquier concepción de lo que constituye el conocimiento lleva
emparejada una manera de entender la comunicación del mismo.
El destinatario:
En
la línea de influencia que define la comunicación didáctica, es el alumno el destinatario
de los mensajes intencionales. ”Los alumnos están interpretando lo que el
profesor dice mediante lo que ellos ya saben”, no tienen otro medio de
interpretación.
Los alumnos tienen también su propia forma
de entender el sistema de comunicación en el que participan. Interpretan el
sentido del contexto y lo que se pide de ellos. Esto afecta, como es natural, a
la forma en que encaran las tareas de aprendizaje y, en consecuencia
los resultados de aprendizajes a los que llegan.
En el proceso de interacción entre
profesor y alumnos, estos simultáneamente negocian, acuerdan pautas de
intercambio y el significado de los mensajes. Los aprendizajes que realizan
afectan tanto a los significados académicos como a los estilos de comunicación
que se manifiestan en el sistema de actividades y en las formas
de participación. Cada alumno de la clase se ira con una versión
de la lección que, en algunos aspectos, es diferente de todas las demás
versiones de los otros alumnos, porque lo que cada alumno traerá a la lección
será diferente.
El aprendizaje en clase se puede ver
mejor como una interacción entre los significados del profesor y los alumnos,
de modo que lo que estos se llevan es en parte compartido y en parte único para
cada uno de ellos.
El
contexto:
A
la hora de hablar de contexto, es oportuno señalar al menos dos niveles
contextuales: Uno se refiere al contexto interno al aula, el cual es
creado por la propia interacción entre profesores y alumnos. El otro se refiere
al contexto institucional, organizativo, del sistema escolar. Las clases
“constituyen ambientes comunicativos diferenciados”, es decir tienen reglas
propias acerca de cómo y cuándo participar.
Tanto profesores como alumnos acuden al
aula con marcos de referencia sobre cómo y cuándo participar, pero al
participar en un contexto común tienen que establecerse reglas comunes de
participación. Normalmente es el profesor el que establece estas reglas
mediante la presentación de las tareas que hay que realizar.
Las aulas se pueden definir como ambientes
en los que los profesores y alumnos desarrollan significados
compartidos para las actividades, por lo que los
procesos de enseñanza-aprendizaje manifiestan una naturaleza evolutiva.
Pero a su vez en este contexto creado como
producto de los intercambios que se suceden en el aula, viene afectando por la
escuela y por el sistema educativo, al imponerle una forma de organizar el
espacio, el tiempo y las relaciones personales, y gran parte de los mensajes
específicos que se transmitirán en el aula. La estructura y organización del
sistema educativo y las disposiciones administrativas condicionan la forma y el
contenido del intercambio, imponiendo los límites del currículo y afectando al
orden comunicativo, tanto desde las expectativas de los participantes sobre lo
que hay que pedir y esperar de la institución escolar, como desde el orden
administrativo y las demás condiciones materiales.
Al condicionar la estructura y el
funcionamiento del sistema de comunicación, “el modelo de organización institucional
define el margen de posibilidades de la acción didáctica y determina
cuantitativa y cualitativamente la riqueza y orientación de los intercambio”.
Por eso las relaciones que inicia el profesor vienen determinadas por la
función total de la escuela y no solo por el currículo oficial o por su nivel
de conciencia acerca de su función docente.
Bibliografía:
La
comunicación didáctica y los multimedios didácticos. http://tallerlideresdelapatria.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario